Presidente, la castración química no es la solución

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La castración química como medida propuesta por el Presidente Castillo para la atención de la violacion sexual contra niñas, niños, adolescentes y mujeres, no aborda la raíz del problema, que es el ejercicio de poder a través del sexo, tolerado y normalizado en una sociedad machista y patriarcal; y no es es la líbido descontrolada o “enfermedad” de quien comete esos delitos.

Exigimos que desde el Estado se impulsen medidas enfocadas en la erradicación de estereotipos de género que normalizan la violencia y el poder que se ejerce sobre mujeres, niños, niñas y adolescentes. Para ello, las acciones de prevención son muy importantes, entre ellas implementar la Educación Sexual Integral en los colegios, lo que permite a nuestras infancias y adolescencias identificar conductas que ponen en riesgo su integridad.

Asimismo, el Estado tiene que mejorar su respuesta frente a casos ya cometidos para que éstos no queden impunes. Las intervenciones de las instituciones de protección, con el Ministerio de la Mujer a la cabeza, como ente rector en violencia e igualdad de género deben ser debidamente articuladas, para ello es fundamental que se difundan y apliquen los protocolos de atención conjunta, para que la Policía Nacional, Ministerio Público, sector Salud y Poder Judicial identifique sus obligaciones y trabajen en la atención de las víctimas y sanción para los responsables.

La castración química es una medida costosa, cuya efectividad para reducir las violaciones no ha sido comprobada y es contraria a los compromisos en Derechos Humanos del Estado peruano.